Haciendo mella en la rentabilidad: el impacto real de los embalajes poco efectivos y los productos dañados
Si los embalajes pudieran hablar, nos contarían historias escalofriantes acerca de su vida en la carretera. Pero como no pueden, una sencilla búsqueda en YouTube habla en su nombre acerca de las muchas maneras en las que una entrega puede ir mal. Para los comercios en línea, los vídeos en los que aparecen clientes decepcionados abriendo productos dañados no solo dañan la vista, sino también sus beneficios.
Si los embalajes pudieran hablar, nos contarían historias escalofriantes acerca de su vida en la carretera. Pero como no pueden, una sencilla búsqueda en YouTube habla en su nombre acerca de las muchas maneras en las que una entrega puede ir mal. Para los comercios en línea, los vídeos en los que aparecen clientes decepcionados abriendo productos dañados no solo dañan la vista, sino también sus beneficios.
Cuando uno de cada 10 paquetes resulta dañado en tránsito, las empresas deben hacer frente al coste de los artículos dañados y al coste que supone el nuevo envío. Esto supone para los fabricantes de productos y las operaciones de cumplimiento un importante incentivo a la hora de crear paquetes de la forma adecuada a la primera.
Más allá del coste del embalaje
A la hora de evaluar y seleccionar el embalaje protector, las empresas con frecuencia tienen problemas para ver más alla del mero coste del embalaje en sí, no se dan cuenta de lo que puede repercutir un embalaje poco efectivo en su negocio. Si tuviera que incluir cada función y cada proceso a la hora de calcular los costes de un único envío, podría suponer fácimente cientos de dólares en gatos adicionales.
Para aportar algo de luz a las maneras no tan obvias en las que un embalaje poco efecto puede impactar en la rentabilidad, hemos identificado seis formasen las que los productos dañados, rotos y/o entregados en condiciones en las que no funcionan suponen unos costes inasumibles:
- Coste del envío: el envío del producto dañado al almacén y el envio de un producto de reemplazo.
- Coste del producto: ofrecer un nuevo producto o reparar el artículo dañado.
- Servicio de atención al cliente: procesar devoluciones y hablar con clientes que puede que quieran desahogarse contándole su experiencia.
- Trabajo en el almacén: tiempo empleado para evaluar el producto dañado para determinar si debe ser reparado o reemplazado, después repetir el proceso de cumplimiento de nuevo al completo.
- Suministro de embalaje: pagar el mismo suministro dos veces.
- Impacto del valor del cliente de por vida: es mucho más probable que los clientes que reciben productos dañados compren en otro lugar en la siguiente ocasión.
De acuerdo con un estudio de Packaging InSight, casi tres cuartas partes de los participantes dijo que posiblemente no volvería a comprar en una empresa después de recibir un artículo dañado. Descargue nuestro informe para obtener más información.
Proteger la imagen de marca y la rentabilidad
Una nueva generación de materiales de embalaje de alta calidad hace que resulte sencillo reducir los gastos asociados con los productos dañados.